Poco en la vida es tan temible como la idea de olvidar a nuestros seres queridos, nuestras historias, y nosotros mismos. Sin embargo, eso es exactamente lo que está sucediendo a los más de 5 millones de personas en América del Norte que sufren de la enfermedad de Alzheimer.
Olvido leve en los primeros años de la enfermedad se expande lentamente para incluir serios problemas con la memoria, el lenguaje y el razonamiento abstracto hasta que finalmente este trastorno cerebral roba a sus víctimas la capacidad de funcionar.
A pesar de una extensa investigación, en busca de la cura la enfermedad de Alzheimer sigue siendo difícil. Los expertos teorizan que una complicada combinación de estilo de vida y factores genéticos, ambientales resulta en el deterioro cognitivo, aunque todavía están trabajando en exactamente cómo sucede y qué se puede hacer para evitarlo.
Un área lógica de exploración es la dieta. Si bien ha habido avances definitivos, sin embargo, hay ciertos alimentos que están siendo estudiados cuidadosamente por su relación específica con la enfermedad de Alzheimer.
La dieta y la enfermedad de Alzheimer: Omega-3 los ácidos grasos y vitaminas del grupo B
"Algunos estudios encontraron una correlación entre el alto consumo de pescado en la dieta con la ingesta de ácidos grasos omega-3 y una disminución en el desarrollo de la enfermedad de Alzheimer", dice Tara Harwood, dietista registrada de la Clínica Cleveland en Ohio. "Sin embargo, se deben realizar más estudios antes de que se pueden sacar conclusiones".
Los altos niveles de homocisteína, un aminoácido en la sangre, se han asociado con el riesgo de demencia. Una vía que se examina si el aumento de la ingesta de ácido fólico y vitaminas B6 y B12, que se descomponen la homocisteína, puede ayudar a prevenir la enfermedad de Alzheimer. "Ni la vitamina B6 o la suplementación de vitamina B12 se ha demostrado su eficacia", afirma Harwood, "pero los datos de un estudio encontró una menor incidencia de la enfermedad de Alzheimer para las personas con el mayor consumo de folato."
Dieta y Enfermedades del Alzheimer: Antioxidantes
Otra posible teoría en el desarrollo de la enfermedad de Alzheimer implica radicales libres que destruyen la integridad de las células del cuerpo. Estas moléculas inestables tienen el potencial de causar el envejecimiento celular y el daño, que podría ser una pieza de rompecabezas de Alzheimer.
"Usted puede reducir su exposición a los radicales libres, al limitar el contacto con el sol, los contaminantes ambientales y el humo del cigarrillo", afirma Harwood. "Sin embargo, los radicales libres son un subproducto del metabolismo, lo cual ocurre cada minuto del día. Debido a que es imposible eliminar por completo los radicales libres, [con] el consumo de alimentos antioxidantes, como la vitamina E, vitamina C, betacaroteno y flavonoides, puede ayudar ".
Los alimentos ricos en antioxidantes incluyen bayas, verduras de color verde oscuro y naranja, nueces y frijoles. En concreto, los estudios han mostrado en ratas y ratones criados para desarrollar la enfermedad de Alzheimer habrían mejorado la función mental después de ser alimentados con, fresas y arándanos. El té verde también es alta en antioxidantes, y aunque no se ha demostrado específicamente para prevenir la enfermedad de Alzheimer, se ha demostrado que beber cinco tazas al día puede reducir el propio riesgo de enfermedades del corazón.
La dieta y la enfermedad de Alzheimer: La Dieta Mediterránea
Algunos estudios recientes llevados a cabo por investigadores del departamento de neurología de la Universidad de Columbia Medical Center en Nueva York han analizado los posibles efectos preventivos de la dieta en comida típica por la gente en países de todo el mar Mediterráneo, como Grecia. La "dieta mediterránea" se compone sobre todo de frutas, verduras y legumbres, pescado, aceite de oliva, una cantidad moderada de vino, algunos alimentos lácteos, y pequeñas cantidades de carne y pollo. Aunque se necesitan más estudios, los resultados apuntan a un menor riesgo de desarrollar la enfermedad de Alzheimer y la menor tasa de mortalidad entre las personas que contrajeron la enfermedad.
La dieta y la enfermedad de Alzheimer: Próximos pasos
Si bien no hay una respuesta definitiva al misterio de Alzheimer, sin duda hay pistas para seguir. "No hay cambios en la dieta, los suplementos dietéticos, aditivos alimentarios, vitaminas, ni hierbas medicinales alternativos siempre se han demostrado para afectar el riesgo de enfermedad de Alzheimer o la evolución de la enfermedad en un experimento de ensayo clínico bien diseñado", dice Randolph Schiffer, MD , director del Lou Ruvo Center Clínica de Cleveland para la salud del cerebro en Cleveland. "Dicho esto, la mayoría de nosotros en el campo de la investigación del Alzheimer creemos que las personas deben adoptar y seguir estilos de vida saludables, incluyendo las dietas bajas en grasas saturadas y alta en antioxidantes y vitaminas del grupo B".
Hasta que más investigación estè disponible, tiene sentido para combinar una buena dieta con actividad física y mental y la interacción social. Este enfoque sólo podría ayudar a mantener la enfermedad de Alzheimer, así como otras enfermedades.
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